Hace 22 años, la familia Nakado tuvo un accidente automovilístico que los llevó a sumergirse en el río. Al mismo tiempo, un poco más lejos, la pareja Kuroki, que perdió a su hijo ahogado de cuatro años, descubrió el cuerpo inconsciente de uno de los gemelos Nakado. La esposa ve esta reunión como el signo del destino y sin duda es su difunto hijo Kotaro. Ese día, la pareja decide criarlo como tal.
16 años después, Kotaro lleva una vida que es lo más normal. Su única conexión con el pasado es su enorme cicatriz en forma de cruz en la espalda. Desafortunadamente, su madre finalmente muere de cáncer y es después de este evento doloroso que su padre finalmente revela la verdad sobre su identidad.
Por recomendación de su padre, decide encontrarse con su tío biológico para aprender más y Kotaro termina recordando algunos recuerdos del trágico accidente automovilístico. Luego de descubrir el diario de su padre biológico, todo lo empuja a creer que en realidad fue un asesinato premeditado.
Decidido a conocer el motivo detrás de la muerte de su familia, Kotaro buscará al que orquestó este asesinato.
