Como todas las brujas que llegan a la edad de 13 años, Kiki tiene que dejar a sus padres y establecerse por un año en otra ciudad, viviendo y haciendo un trabajo relacionado con su brujería. En la ciudad de Koriko, Kiki, acompañada por su gato negro Jiji, distribuirá paquetes mientras vuela en su escoba, gracias a sus poderes.
Kiki la brujita
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