Harehito y Ojirô son coleccionistas de objetos rotos. Si las manos de Harehito pueden reparar todo, este regalo tiene ciertos límites … como el corazón roto de Ojirô.
Desde el día en que Harehito «recogió» a Oiro, los dos hombres nunca se separaron, recorriendo los caminos en busca de objetos para reparar a fin de darles una nueva vida. Sin embargo, si los días son similares, los dos coleccionistas no son inmunes a algunas sorpresas que pueden recordarles algunos recuerdos pasados …
Así es como continúan avanzando, esperando que los engranajes del tiempo les ofrezcan lo que desean en lo más profundo de ellos.





